ENTREVISTA DEL DIARIO "LA PRIMERA" - CUSCO
Movimiento cumplió ayer evento “516 años de resistencia cultural”
El Movimiento José María Arguedas se gestó en la nefasta década de la dictadura fuji-montesinista.
Martín Guerra es dirigente nacional de este movimiento y en esta entrevista habla de la política peruana y latinoamericana.
¿Cuál es el carácter actual del Movimiento al que representas?
Bueno, es un movimiento que se gesta en la lucha contra la dictadura fujimorista. El Movimiento José María Arguedas está integrado por un conjunto de trabajadores, estudiantes, intelectuales, profesionales y patriotas, que se unieron con el fin de luchar contra los que burlaban la democracia y que además aspiraban a la construcción de una Patria Nueva. Desde enero de este año hemos lanzado la consigna de ¡Construir y desarrollar los Tres Ejes de Poder Revolucionario! Esta se sustenta en la lucha por la liberación nacional personificada por Túpac Amaru, la organización del pueblo, tarea que encomendó José Carlos Mariátegui y la unidad más extensa de todos los que luchan por los mismos objetivos, con el histórico llamamiento de Todas las Sangres de José María Arguedas.
En el 2008 ¿No es viable que grupos aún existentes de Sendero Luminoso y el MRTA busquen una alternativa política como tradicionalmente lo han hecho?
Yo creo que todos los sujetos políticos de cualquier expresión de la izquierda en el Perú tienen derecho, además del deber de manifestarse. En nuestros viajes por América Latina hemos visto que la más conflictiva izquierda, la que ha dado más tendencias ha sido la peruana. Pero también es la izquierda que tiene como gran aporte a Mariátegui. Él habla de la unidad y de la autocrítica y pensamos que muchos de los sectores de los grupos alzados en armas han hecho su autocrítica, sin embargo algunos otros no. Porque inclusive ellos se encuentran fragmentados y en muchos casos ya no existen orgánicamente. No obstante no podemos hablar de la existencia de grupos terroristas y de que todos los que ahora protestamos y proponemos lo seamos, como lo hace Alan García para satanizar las luchas.
Esta satanización también llega a los movimientos bolivarianos, incluso hubo detenidos como consecuencia de un congreso en Ecuador. ¿Cómo definirías el socialismo bolivariano dentro del socialismo del siglo XXI?
Creo que no se puede hablar de cambio en América Latina si no se estudia el proceso de la revolución bolivariana. Más allá de la personalidad de Chávez, porque a veces tendemos un poco a individualizar procesos y más allá de que pueda o no gustarnos, porque uno de los errores de nuestra izquierda es que si un líder o un proceso no encaja exactamente con lo que pensamos se inicia el criticismo y no construye. El proceso venezolano va a la vanguardia de cambios profundos en estructuras en el continente. Critican que el Presidente Chávez opine sobre la situación en otros países, ¿Qué época estamos viviendo? ¿Por qué se proscribe la opinión política? ¿Acaso es la época de la Inquisición como le gustaría a Cipriani? Creemos que las opiniones de Chávez, Morales, Castro y Correa, contribuyen a despertar definitivamente a nuestros pueblos para consolidar la unidad tan ansiada. La unidad de Bolívar, de Martí, de Túpac Amaru y no la unidad de la derecha, unidad para el saqueo, la explotación y el etnocidio.
¿Qué opinas de la especulación que señala que el proyecto de Chávez es frágil y que sólo se sustenta en el petróleo y que si se agotara éste se perdería el liderazgo?
En Venezuela las crecientes y constantes nacionalizaciones están apartando a la burguesía del dominio total de los medios de producción, este es un proceso que requiere mayor participación popular, pero que se tiene que ir implementando. Sobre la relación entre petróleo y liderazgo, lo primero que hay que señalar es que hay petróleo para rato, pero lo más importante, contrariamente a lo que se piensa ninguna revolución es sostenida únicamente por las fuerzas productivas, es cierto que el petróleo ha impulsado económicamente gran parte de loes cambios en Venezuela, sin embargo el motor de la revolución son las masas y las masas han mantenido a Chávez en el gobierno y respetan su liderazgo. Las revoluciones por lo tanto son sostenidas principalmente por la acción del pueblo organizado. El problema es consolidar un partido fuerte que lleva a cabo los objetivos de la revolución. Chávez dijo algo interesante: “tenemos que empezar a preparar la era postpetrolera”, quiere decir que Chávez está pensando ya en la estrategia revolucionaria para cuando ya no haya petróleo.
¿Cómo ves la posición política del Perú actualmente?
El problema del Perú es básico para la revolución continental, como dijimos en Venezuela, nuestro país es geopolíticamente importante para desarrollar la unidad revolucionaria. El actual destape de corrupción y la renuncia del gabinete en pleno, en donde estuvieron Alva Castro, Del Castillo y Garrido Lecca es un triunfo popular y es un retroceso del gobierno. García retrocede al exterior y al interior y esto han que saber capitalizarlo para el triunfo de una opción popular.
¿Por qué realizar un Acto Político Cultural que se titule: 516 años de resistencia cultural?
Porque creemos que es necesario esclarecer a nuestro pueblo las verdaderas causas de nuestra situación colonial, su verdadero origen y las razones de su continuidad hoy en día. Pero lo más importante, es que debemos aprender a defender lo que nos pertenece planteando formas concretas de construcción de una nueva nación digna y soberana, que rescate el aporte originario y libertario de Túpac Amaru, el socialismo de Mariátegui y la unidad urbano rural de Arguedas.
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